Argentina, frente al desafío de reconciliar su desarrollo con un manejo sostenible del medioambiente
Published On: 28 de October de 2016 :: 4:07 pm

Argentina, frente al desafío de reconciliar su desarrollo con un manejo sostenible del medioambiente

Argentina, frente al desafío de reconciliar su desarrollo con un manejo sostenible del medioambiente

Cada año, miles de visitantes llegan a Buenos Aires, ya sea por placer o negocios, y son muchos los que se dan una vuelta por el emblemático paseo de Caminito, al sur de la ciudad. Quedan fascinados por sus callecitas de piedra y los shows de tango de sus restaurantes,  pero a pocos se les ocurre dirigir sus cámaras al río que pasa muy cerca.

El Matanza-Riachuelo es una de las cuencas más contaminadas del mundo, por eso se estableció el compromiso de sanearlo para así proteger la calidad de vida de los millones de personas que viven en sus alrededores.

El vínculo entre la degradación ambiental y nuestra calidad de vida es muy delgado. Y en la gran mayoría de los casos, el impacto no se distribuye de manera equitativa, y afecta desproporcionadamente a las comunidades más pobres.

A lo largo de los 64 kilómetros del Matanza-Riachuelo, la contaminación impacta en la calidad del agua y aire de más de siete millones de personas que viven dentro de la cuenca, un 10% de ellos en situación de pobreza.

Pero no solo son sus ríos. Un 90% de la deforestación en Argentina, por ejemplo, se centra en el noroeste del país, especialmente en el Chaco. A nivel nacional  se perdió un área de bosque equivalente a la superficie de Costa Rica – unos 50.000 km2 – entre 2001 y 2014.

Y en las ciudades – donde viven un 9 de cada 10 argentinos – las altas tasas de motorización hacen estragos con la calidad del aire. El costo del impacto de la contaminación del aire en la sociedad se estima en alrededor del 1.8% del PBI.

Según el reciente informe, Análisis Ambiental del País del Banco Mundial, ha llegado el momento de fortalecer la agenda ambiental de Argentina y crear oportunidades para mejorar la gestión hacia un crecimiento equitativo y sostenible. Pero ¿Cómo?

Escollos ambientales

Desde el 2001, Argentina se ha convertido en una de las economías más grandes de América Latina. El alto incremento en las tasas de urbanización y una transformación del medio rural han creado grandes desafíos ambientales. En concreto el informe alerta sobre:

  • La deforestación. Entre 2001 y 2014, la Argentina perdió más del 12% de sus zonas forestales – eso equivale a perder un bosque del tamaño de un campo de futbol cada minuto. La expansión continua de la agricultura a escala industrial ha sido el principal motor de la pérdida de árboles en las últimas décadas.
  • Las inundaciones. Según el análisis, representan el 60% de los desastres naturales y el 95% de los daños económicos a nivel nacional y afectan a miles de argentinos en todo el país.
  • La contaminación del aire, que supera el umbral recomendado por la Organización Mundial de la Salud en tres de las urbes más grandes del país: Buenos Aires, Córdoba y Mendoza.  Una de las principales fuentes son las emisiones vehiculares. En los últimos 25 años, el número de vehículos que circulan se ha sextuplicado, mientras el transporte terrestre sigue siendo básicamente el único modo de transporte de carga en el país.
  • La gestión de residuos. Los basurales a cielo abierto siguen siendo la modalidad más habitual de eliminar los residuos y el reciclaje es aún limitado. Cada año en Argentina se desperdician 38kg de alimentos por persona que se convierten en una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero.
  • La contaminación del agua. Solamente el 65% de las aguas residuales se recolecta y únicamente el 12% se trata antes de volver a los ríos o mares. Las aguas superficiales –aquellas que provienen de las precipitaciones, manantiales o fuentes subterráneas- son la principal fuente para consumo en el país, pero queda expuesta a la contaminación.

“Este estudio busca apoyar al gobierno en el análisis de las restricciones ambientales críticas en relación con el crecimiento sostenible y la prosperidad compartida”, explicó Pablo Herrera, especialista en ambiente del Banco Mundial.

Políticas para una mejor gestión

Hoy en día, el costo de la degradación del medio ambiente equivale a un valor económico de aproximadamente el 8% del PBI de Argentina. Y mientras el gasto nacional en la gestión ambiental ha aumentado en la última década, sigue siendo significativamente inferior al promedio de los países de la OCDE.

Para contrarrestar esta tendencia, el análisis del Banco Mundial ofrece una agenda para la acción que, además de recomendaciones para abordar los citados riesgos, sugiere mejoras en la recolección, gestión y accesibilidad de datos sobre el medio ambiente y los recursos naturales, y adaptaciones en la capacidad institucional para hacer frente a los problemas ambientales actuales.

“El informe afirma que  “resulta crítico poder abordar la degradación ambiental a través de una gestión y conservación sostenible del capital natural a fin de asegurar un crecimiento continuo y equitativo en la Argentina”. 



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