La paz en Colombia con un camino aún por recorrer

Quito (Pichincha).- Después que el Senado colombiano aprobará con 75 votos el acuerdo de paz, pactado entre el Presidente Juan Manuel Santos y Timoléon Jiménez, líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), y la Cámara de Representantes lo ratificara con 130 votos;  el camino a seguir para su implementación se constituye en el nuevo reto colombiano.

Parte del reto inicia con el cumplimiento mismo de los puntos del acuerdo, por un lado, está lo ofertado por las FARC, quienes cuentan con 180 días para concretar el proceso de desarme y desmovilización y por otro, está el Gobierno Colombiano, quien deberá enviar varios proyectos de ley (como la Ley de amnistía) y de reforma constitucional al legislativo, que así obtener el respaldo jurídico necesario en las decisiones a tomar, trámite que puede tardar hasta un año.

Pero un hecho que no puede pasarse por alto, es el contexto en el que estas etapas deberán desenvolverse. Primero estará la presión uribista, que optó por no participar en las votaciones, al considerar que el Congreso no puede suplantar la decisión tomada por los colombianos en los comicios del 2 de octubre pasado en el que los ciudadanos dijeron No al acuerdo; segundo está la cercanía de las elecciones parlamentarias previstas para marzo de 2018, en la cual deberá verse si los que apoyan el acuerdo, logran obtener la mayoría, la cual afiance el respaldo legal de los puntos del acuerdo; y por último se encuentra la imposibilidad de que Juan Manuel Santos, principal impulsador del acuerdo, pueda seguir al frente de la implementación del tratado, ya que una vez que cumpla el periodo para el que fue elegido, no podrá aspirar a un tercer mandato.

Aunque los actuales impulsadores del acuerdo de paz evidencian seguridad de que el proceso llegara a su culminación con éxito. Al parecer, en un corto plazo, el pueblo colombiano será quien nuevamente tomará el protagonismo en el futuro de la paz, cuando en un proceso democrático elijan a sus representantes del legislativo y ejecutivo, los cuales a su vez deberán ratificar la continuidad del proceso o no. /HP/EL Ciudadano