Mordeduras de serpiente: una crisis olvidada de salud pública
Published On: 23 de May de 2019 :: 10:14 am

Mordeduras de serpiente: una crisis olvidada de salud pública

Mordeduras de serpiente: una crisis olvidada de salud pública

Celebramos la estrategia de la OMS para pedir a Gobiernos y donantes que apoyen su plan de acción con urgencia. Para 2030, el objetivo es reducir a la mitad las 100.000 muertes anuales por esta crisis que afecta, sobre todo, a la población rural pobre. Ahora, es clave ampliar el acceso a antídotos seguros y mejorar las herramientas de control.

Acogemos con satisfacción la publicación hoy de la tan esperada estrategia de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre prevención y control del envenenamiento por mordedura de serpiente (ofidiasis).

El plan de acción de la OMS contiene objetivos ambiciosos como reducir a la mitad el número de fallecimientos y de casos de discapacidad por mordedura de serpientes para 2030. Para ello, Gobiernos instituciones donantes deben incrementar su respuesta y responder a las mordeduras de serpiente con la urgencia y la atención que exige esta crisis olvidada de salud pública.

“Somos cautelosamente optimistas respecto a que la estrategia de la OMS podría constituir un punto de inflexión para abordar esta afección. Gobiernos, donantes y otros actores interesados no deben desperdiciar esta oportunidad. Es el momento para que brinden un apoyo político y financiero concreto para garantizar su éxito”, afirma Julien Potet, asesor de Políticas sobre enfermedades tropicales desatendidas de nuestra Campaña de Acceso de MSF.

“Es hora de que todos aprovechen este impulso y eviten las muertes y discapacidades evitables causadas por las mordeduras de serpientes”, añade Potet.

Consideramos muy positivo que la estrategia multifacética incluya una recomendación clara para que los sueros antiofídicos actuales y futuros sean seguros y asequibles, así como planes ambiciosos para aumentar las tasas de tratamiento y el acceso a antídotos en las regiones afectadas.

La estrategia también enfatiza la necesidad de concienciar sobre prevención, primeros auxilios y dónde buscar el tratamiento adecuado a través de la educación y formación a nivel comunitario del personal médico, especialmente de aquellos involucrados en servicios médicos de urgencia y en atención primaria de salud. Las directrices clínicas asegurarán aún más el uso adecuado de antídotos caros y reducirá las pérdidas por parte del personal médico.

Los más pobres, los más afectados

Se estima que, cada año, 5,4 millones de personas son mordidas por serpientes. Hasta 2,7 millones resultan envenenadas, 100.000 fallecen por ello y 400.000 quedan desfiguradas o discapacitadas de por vida.

El envenenamiento por mordedura de serpiente afecta principalmente a la población rural pobre, incluidos trabajadores migrantes, agricultores y personas desplazadas que huyen de los conflictos o la violencia. Las toxinas matan a más personas que cualquier otra enfermedad en la lista de Enfermedades Tropicales Desatendidas de la OMS.

Hemos sido testigo del impacto devastador de las mordeduras de serpientes en las víctimas, sus familias y comunidades en muchos de los lugares donde trabajamos. Aparte de las víctimas mortales y las discapacidades graves, los supervivientes de mordeduras de serpientes suelen padecer estigma y discriminación, y muchas familias se ven obligadas a endeudarse en sus intentos de conseguir tratamiento.

Sin embargo, hasta ahora, la respuesta global a esta trágica situación ha sido decepcionante. Los intentos de abordar esta crisis en las últimas tres décadas han fracasado, y los fondos nacionales e internacionales actualmente asignados por Gobiernos y donantes para acabar con esta lacra siguen siendo del todo insuficientes. Como resultado, la financiación de la atención y del tratamiento de la mordedura de serpiente recae, principalmente, en unas víctimas que poseen recursos limitados y escasa voz política. El lanzamiento de la estrategia de la OMS, con requisitos claros de financiación constituye, por tanto, un gran paso adelante. Un paso que esperamos que conduzca a acciones exitosas y rápidas.

“El impacto que el envenenamiento por mordedura de serpiente produce en personas de todo el mundo supone una epidemia oculta”, afirma el doctor Gabriel Alcoba, nuestro asesor de Medicina Tropical. “Nos anima ver que la estrategia de la OMS hace hincapié en el empoderamiento de las comunidades y el fortalecimiento de los sistemas de salud para reducir la carga mundial que genera. La ofidiasis debe enfrentarse de manera integral y centrada en el paciente, incluso a través de programas de salud preventivos a nivel comunitario que pueden reducir de manera considerable el riesgo de sufrir mordeduras de serpiente”, agrega Alcoba.

Antídotos demasiado caros

La mordedura de serpiente es curable. Sin embargo, la gran mayoría de las víctimas no pueden acceder a un tratamiento efectivo. El coste de las dosis de suero antiofídico necesarias puede ascender a cientos de euros y es habitual que, especialmente en zonas rurales, no haya antídotos disponibles y falten ambulancias y personal sanitario capacitado.

Debido a los precios relativamente altos de los antídotos, los pacientes suelen tener que recurrir a terapias tradicionales no probadas o productos contravenenos más baratos y de una calidad cuestionable, lo que se traduce incluso en un incremento de la tasa de letalidad y discapacidad causada por la mordedura de serpiente. Varias empresas farmacéuticas detuvieron la producción de antídotos destinados a su uso en África, porque los productos no eran lo suficientemente lucrativos. Esta suspensión aumentaba el riesgo de una gran crisis de suministro de antisueros.

A medida que los gobiernos implementan la estrategia de la OMS, se deben tomar medidas concretas para ampliar el acceso a los antídotos seguros que ya existen en el mercado y priorizar el desarrollo de nuevas y mejores herramientas contra el envenenamiento por mordedura de serpiente.

“Se podrían salvar muchas más vidas si todas las víctimas tuvieran acceso a una atención oportuna y adecuada, incluidos los antídotos”, recalca Potet. “Para garantizar el acceso a antisueros asequibles y de calidad garantizada, debe evaluarse con urgencia la efectividad de los productos existentes y comprometer fondos adicionales para desarrollar un mecanismo internacional que subvencione y garantice un suministro estable de suero antiofídicos. Los contravenenos deben estar disponibles de forma gratuita para los pacientes intoxicados por mordedura de serpiente venenosa para quienes el acceso a tratamiento es una cuestión de vida o muerte”, concluye nuestro experto.



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